
El embalse donde hemos realizado una parada para descansar y conversar...

Así solucionaron el problema de diseño en el restaurante "Fonda El Recó" donde almorzamos aquel día

El estilo rústico de la planta baja a la entrada al restaurante

Pues, ¡cómo nos gustaron aquellos jarrones!

Cerca del pequeño hotel en la carretera hacia Siurana

Ya se puede disfrutar de las vistas de Siurana...

A sólo unos 50 kilómetros de las playas al lado de las palmeras crecen los abedules

Y, como siempre, ¡ay, las carreteras!

Las montañas del color "burdeos"

A la entrada al pueblo de Siurana de Prades se entrenan los escaladores

Embalse de Siurana, vista desde arriba

Las tranquilas calles de Siurana

Entrada en una de las casas de Siurana

Los de la tercera edad conversan... Lo que sí que es interesante es ¿de quién es la maleta?

Todo hecho de piedra

¡Aquí está el habitante! El pueblo sigue estando habitado

¡Hemos disfrutado muchísimo de este paseo!

Vistas al embalse, al río y a las montañas en las cercanías de Siurana

Vistas a la iglesia local

Así, encima de una montaña, se construyó este pueblo tan agradable

Las ventanas de una de las casas rurales del pueblo

Así se presentan las agradables calles y casas de Siurana...

Allí el río se junta con el embalse

En esta piedra está grabada la huella del caballo que se frenó... Así, por lo menos, cuentan las leyendas

Vistas de las montañas en la carretera...

La naturaleza en los alrededores de Siurana

Los jarrones se encuentran en casi todos los patios de los pueblos del Priorat